https://iclfi.org/pubs/ai/2/audi2
Los siguientes volantes fueron distribuidos durante la intervención del Grupo Espartaquista de México en la huelga de Audi. Buscamos darle un camino a la victoria a esta lucha, basado en un programa que asestara un golpe contundente a los imperialistas y contrapuesto a la estrategia populista de la dirección del SITAUDI. El primero fue publicado el 3 de febrero y repartido el mismo día en las puertas de la fábrica. Horas después, el SITAUDI anunció un acuerdo entreguista con la empresa, el cual fue rechazado por los trabajadores. El segundo, del 14 de febrero, motiva la necesidad de extender la huelga a la planta de VW y fue distribuido entre los trabajadores de la misma.
La victoria de la huelga de los obreros de Audi, que enfrentan a uno de los monopolios imperialistas automotrices más importantes del mundo, VW-Audi, está en el interés de todos los trabajadores mexicanos. Para aumentar sus ganancias y mantener su competitividad global, este enorme monopolio alemán aprovecha la rapiña del T-MEC impuesta por el imperialismo estadounidense.
Además de su vecindad con EE.UU., el atractivo de México para los imperialistas, sean estadounidenses, alemanes, u otros, es precisamente su mano de obra a la vez calificada y barata. Las condiciones de superexplotación de los trabajadores mexicanos tienen raíz, primero que nada, en la subyugación del país al vecino imperialista del norte, cuyo principal vehículo hoy día es el T-MEC. Los imperialistas estadounidenses y sus aliados no alcanzan a cubrir sus frentes (Ucrania, Palestina, China) y enfrentan una crisis tras otra (en particular el imperialismo alemán). ¡Es el momento de golpear!
Pero, a diez días de iniciada la huelga, ésta se encuentra estancada, con la patronal buscando desgastar a los trabajadores y en negociaciones que necesariamente irán en detrimento de la demanda del sindicato de 10 por ciento de aumento directo al salario y 5.5 a prestaciones. Lo que se necesita para obtener la victoria es una estrategia completamente distinta. ¿Por qué se encuentra estancada la huelga? Porque no se han tomado las medidas necesarias para asestarle un golpe a la patronal:
- ¡Hay que establecer piquetes sólidos que nadie ose cruzar! Los piquetes de huelga, inexistentes en algunas puertas de la empresa, permiten el paso de empleados administrativos, técnicos y personal de seguridad. No existe ninguna organización para asegurar el transporte de los huelguistas para nutrir los piquetes.
- ¡Se necesita sindicalizar a todo el personal de Audi! No se ha buscado movilizar en apoyo a la huelga a los trabajadores subcontratados en la misma empresa (limpieza, comedor, logística), que reforzarían la huelga si se hiciera un esfuerzo por sindicalizarlos.
- ¡Es necesario enviar delegados para extender la huelga! La huelga se encuentra aislada, incluso respecto a la planta vecina de VW, del mismo patrón.
- ¡Hay que desatar al tigre: movilizar a campesinos y estudiantes en apoyo a la huelga! No ha habido ningún esfuerzo por movilizar al campesinado, en su mayoría indígena, de Puebla y Tlaxcala y a los estudiantes izquierdistas de la BUAP. Es evidente que una huelga combativa contra los imperialistas encontraría un apoyo entusiasta de parte de las masas oprimidas.
¿Por qué no se han tomado estas medidas elementales? Porque cada una de ellas significa una confrontación directa con los imperialistas y el gobierno del Morena, y la estrategia de la dirección sindical procura a toda costa evitar tal confrontación. El programa de la dirección sindical parte de la premisa de la necesidad de mantener y aumentar la inversión imperialista en México. Por ello, lejos de movilizar la fuerza de la clase obrera en una huelga contundente, todas sus tácticas perdedoras procuran afectar lo menos posible las ganancias de los inversionistas extranjeros, al tiempo que buscan paliativos para los trabajadores y ponen su confianza en el gobierno de AMLO y sus instituciones.
El programa de la dirección sindical coincide con el de AMLO, cuya premisa es llegar a una relación “justa” entre México y los imperialistas. La contradicción insalvable del populismo es que pretende luchar por la soberanía nacional en el marco del sistema imperialista que necesariamente aplasta la soberanía de los países pobres. Es por ello que AMLO no se opone, y no puede oponerse, al T-MEC ni al pago de la deuda imperialista, y es totalmente incapaz de cortar los lazos que lo atan al imperialismo. En su conferencia matutina del jueves 1° de febrero, AMLO dijo: “Había diferencias amplias, extremas, y ya se han ido moderando tanto por el lado de la empresa, como por el lado de los trabajadores, ya falta poco, y estoy optimista”. López Obrador exige que los trabajadores reduzcan sus exigencias para encontrarse en el punto medio con los imperialistas, ¡como si el esclavo y el amo estuvieran en igualdad de circunstancias! ¡No, el sindicato debe doblegar la voluntad de los imperialistas! AMLO, quien se presenta como el campeón de los pobres, en realidad paraliza cada lucha de los explotados y los oprimidos por su liberación nacional y social.
Para ganar esta batalla se requiere una estrategia para ganar la guerra entera: liberar al país venciendo a los imperialistas y sus lacayos nacionales. ¡Repudiar la deuda externa! ¡Abajo el T-MEC! El estandarte de los obreros de Audi debe ser: ¡Por la liberación nacional y social del pueblo trabajador!
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