QR Code
https://iclfi.org/pubs/ai/2024-bt

Los argumentos para tomar lado con Rusia en la guerra de Ucrania son bastante extendidos en los países semicoloniales y coloniales. Un número creciente de obreros y oprimidos en México, y América Latina en general, voltean a Rusia como una fuerza antiimperialista, y buena parte de la izquierda capitula a esta presión. Pero ésta es una posición suicida que no podrá liberar a estos países del Sur Global de su propio yugo a los imperialistas.

El 11 de noviembre de 2023, cuando la guerra de Ucrania se aproximaba a cumplir dos años, la Spartacist League/Britain (sección de la Liga Comunista Internacional) debatió con la Bolshevik Tendency (BT) en Londres, para clarificar lo que constituye una respuesta revolucionaria al conflicto. Para todo aquel interesado en lo que los marxistas deben hacer para impulsar realmente un programa revolucionario en la guerra —o en general— es claro que los espartaquistas ganamos fácilmente el debate.

En la presentación que dio en nombre de la SL/B (que aparece a continuación, editada para su publicación), el editor de Workers Hammer, Vincent David, defendió una orientación proletaria revolucionaria, explicando por qué los obreros ucranianos y rusos deben voltear las armas contra sus propios gobernantes y cómo luchan los marxistas contra los obstáculos que impiden la movilización de los obreros contra el imperialismo. El primero en hablar fue el vocero de la BT, Tom Riley, que defendió el apoyo de su organización a Rusia y a quien se le escaparon frases como ésta: “Por desgracia, es muy poco probable que la OTAN sea derrotada por un movimiento de obreros rusos y ucranianos insurgentes con conciencia de clase, algo que sin duda todos quisiéramos ver”. Así que la revolución suena bien, pero no lucharemos por ella ahora. Esto, en realidad, decidió el debate. (Los lectores pueden ver el debate entero —en inglés— en YouTube y leer la presentación de Riley en bolsheviktendency.org.)

El camarada David planteó varios desafíos directos a la BT. Incapaces de responder a ninguno de ellos, Riley y sus partidarios trataron de cambiar el tema hacia diferencias políticas de hace décadas y al supuesto “burocratismo” de la LCI. Con esto, la BT sólo logró exponerse como una tendencia que evalúa a las organizaciones revolucionarias no por su capacidad de guiar la lucha obrera en asuntos clave, sino por su capacidad de blandir un “marxismo” formalista divorciado de la lucha de clases y por cómo se condujeron las disputas políticas hace medio siglo.

Las discusiones que tuvieron lugar en el evento, y en la convivencia posterior, marcan una ruptura con la práctica anterior de la LCI de evadir el debate con la BT (y otros). Nuestro propósito es avanzar en la discusión política con el fin de reagrupar las fuerzas para la revolución internacional, que ahora son pequeñas y están aisladas. Este curso se fijó en la VIII Conferencia Internacional de la LCI a mediados de 2023, en la que nuestro desarrollo de un programa trotskista para hoy requirió de una reevaluación crítica de nuestra historia (ver Spartacist [Edición en español] No. 42, 31 de octubre de 2023). Es claro que a la BT le indigna nuestra insistencia en que estudiamos esta historia sólo en la medida en que ayuda a construir una internacional revolucionaria aquí y ahora. En lo que respecta al debate, eso lo dice todo.


Tom, como muchos otros, sólo ve nuestra reciente corrección como material para el pasado. Y tiene razón en que muchos de nuestros artículos [sobre Ucrania] de 2014 están más cercanos a su posición, así que no los voy a defender hoy. Pero creo que lo que él no ha entendido es la verdadera naturaleza de nuestra posición y lo que realmente estaba mal con aquellos artículos de 2014. Es una oración que él no citó y que dice algo así como: bueno, como no hay un partido revolucionario ni en Ucrania ni en Rusia no es posible tener una perspectiva revolucionaria (en referencia al artículo “U.S. Imperialism Behind Bloody Repression in Ukraine” [El imperialismo estadounidense detrás de la sangrienta represión en Ucrania], Workers Vanguard No. 1046, 16 de mayo de 2014). Ésa es una idea que repetiste en tu presentación, así que es a eso a lo que voy a responder.

El punto de partida esencial para los marxistas respecto a la guerra en Ucrania debe ser que es el propio sistema imperialista —definido hoy como el orden liberal dominado por Estados Unidos— el responsable del conflicto. Por lo tanto, aunque el título de este debate es “La guerra de Ucrania: ¿Cuál es la estrategia de los marxistas?”, la verdadera pregunta es: ¿cuál es la estrategia para derrotar al imperialismo?

En la guerra de Ucrania, nosotros, la Spartacist League, no somos neutrales: llamamos a los obreros y los soldados ucranianos y rusos a fraternizar y a voltear sus armas contra sus respectivas clases dominantes, con el fin de transformar esta guerra reaccionaria entre naciones en una guerra civil contra las clases dominantes. Y, en Occidente, nuestras modestas fuerzas han luchado por que el movimiento obrero emprenda acciones contra los gobiernos imperialistas. Hemos librado una lucha constante contra los líderes pro imperialistas del movimiento obrero, así como contra los embusteros pacifistas, con el fin de erigir una dirección antiimperialista y revolucionaria de la clase obrera.

Así, para nosotros, la piedra angular de una estrategia para derrocar al imperialismo yace enteramente en impulsar una vía de lucha independiente para el proletariado contra los imperialistas y todas las fuerzas burguesas para avanzar la lucha por el poder obrero. De esto va a tratar mi presentación, y es algo que hasta ahora no hemos escuchado. En cambio, para la Bolshevik Tendency, la estrategia para derrotar al imperialismo yace en apoyar la victoria del ejército ruso en Ucrania. Así que lo que voy a demostrar en esta presentación es que esa posición es reaccionaria y un obstáculo pleno para la construcción de una oposición obrera y revolucionaria a la OTAN y el imperialismo estadounidense. Y también voy a demostrar cómo el modo en que la BT aborda la guerra es una completa capitulación a los líderes pro imperialistas de la clase obrera.

El carácter de la guerra y el método marxista

Empecemos con el carácter de la guerra, es decir, de qué se trata. La posición de la BT se basa en que, dado que Rusia no es imperialista y que Ucrania cuenta con el apoyo de las potencias imperialistas, Rusia debe estar librando una guerra de defensa nacional contra el imperialismo, y una derrota de Ucrania sería una derrota para los imperialistas. Al nivel superficial, esto podría sonar lógico. Excepto que todo el edificio se desploma al primer contacto con la realidad.

En primer lugar, la actual guerra no se trata de desmembrar o balcanizar a Rusia. Todo el mundo sabe que Rusia no está luchando por su soberanía nacional contra una invasión imperialista. Esta guerra no se trata de quién controlará Rusia, sino de quién controlará Ucrania. Por un lado, el gobierno ucraniano está luchando por mantener a Ucrania bajo la bota de la OTAN, la Unión Europea y Estados Unidos. Por el otro, Rusia está luchando por llevar a Ucrania a su propia esfera de influencia. Por lo tanto, es una guerra por definir cuál de las dos pandillas de matones, si la de la Casa Blanca o la del Kremlin, explotará y dominará Ucrania. En nombre de la lucha contra el imperialismo, la BT simplemente está apoyando a una de las pandillas contra la otra.

En segundo lugar, el hecho de que ésta sea una guerra indirecta entre Rusia y Estados Unidos, no significa que los marxistas simplemente apoyemos a Rusia. EE.UU. respalda toda clase de regímenes alrededor del mundo, y los marxistas no apoyan simplemente a sus adversarios. Además, la BT enturbia la distinción entre una guerra indirecta y una guerra imperialista contra Rusia. Para la BT, ésta es una diferencia secundaria, una nimiedad. Pero, para cualquiera que piense, obviamente hay una diferencia fundamental entre una situación en la que la OTAN le suministre armas a Ucrania y otra en la que la OTAN bombardee las ciudades rusas e invada Rusia. Pensar lo contrario es totalmente desorientador. Si un día Estados Unidos, Gran Bretaña y la OTAN le declaran la guerra a Rusia, eso cambiará fundamentalmente el carácter de la guerra, de un conflicto regional por quién controla Ucrania a una guerra imperialista cabal para aplastar a Rusia. Créanme, cuando eso ocurra, no será necesario acudir a paneles sobre “descolonizar Rusia”. Será obvio para todos.

En tercer lugar, lo que parece ser un argumento fuerte de la BT es la afirmación de que la derrota de Ucrania sería un duro golpe a los imperialistas, y, dado que los revolucionarios estamos por golpear al imperialismo, debemos apoyar a Rusia. Este método se reduce a poner un signo de más donde el Ministerio de Asuntos Exteriores británico pone uno de menos. La ventaja de este método es que para usarlo no es necesario pensar. La desventaja, sin embargo, es que no tiene nada que ver con la realidad viva de la lucha de clases, y por lo tanto tampoco con el marxismo. Simplemente, no es verdad que cualquier golpe al imperialismo, sea como sea, automáticamente haga avanzar los intereses de la clase obrera.

Por el contrario, he aquí como los marxistas abordamos la cuestión. El rasgo determinante de nuestra época, y el contexto en que tiene lugar la guerra de Ucrania, es el declive de la hegemonía estadounidense. Un número creciente de fuerzas están buscando aprovechar este declive. Así que toda la cuestión para los marxistas, toda la cuestión de nuestra época, es si este declive tomará la forma de una espiral de crisis, reacción y guerras, como lo que ya estamos viendo, o si impulsará los intereses de la clase obrera, es decir, si avanzará la causa del socialismo. Esta última opción no puede darse por sentada. Requiere la movilización del proletariado como una fuerza de combate independiente, armada con una dirección revolucionaria.

Esto es lo que el método simplista y la práctica geopolítica de la BT desaparecen. El programa marxista no se basa en apoyar ciegamente los “golpes” al imperialismo, sino en el entendimiento de que el único modo de asestarle un golpe decisivo y progresista al imperialismo es mediante la revolución obrera. Por lo tanto, el enfoque marxista respecto a la guerra de Ucrania y la estrategia marxista contra el imperialismo deben basarse en hacer avanzar la lucha de clases, en el fortalecimiento de la unidad internacional del proletariado y en el avance de la lucha por la revolución socialista.

Pero todo esto le es completamente ajeno a la BT, porque su estrategia para combatir al imperialismo no cuenta con la lucha revolucionaria de la clase obrera, sino con la victoria de Rusia en Ucrania. Para entender mejor por qué esta posición es completamente antimarxista, y francamente chovinista, basta pensar lo que el apoyo a Rusia significa en el mundo real. Esto es algo que los artículos de la BT, que están llenos de abstracciones teóricas y citas y que apenas mencionan a la clase obrera, nunca expresan. Así que lo haremos por ellos.

El carácter reaccionario de la posición pro rusa

Según la posición de la BT, la tarea de los obreros ucranianos es apoyar al ejército ruso y hacer lo posible para facilitar la invasión de su propio país. En otras palabras, los obreros ucranianos deben aceptar su propia opresión nacional a manos de los oligarcas rusos. La opresión nacional de Ucrania no está en modo alguno en el interés de la clase obrera internacional. Los obreros ucranianos nunca aceptarán esa posición, que sólo contribuye a desacreditar el comunismo en Ucrania y a empujar a los obreros a los brazos de Zelensky, los miserables nacionalistas ucranianos y las potencias imperialistas.

¿Y qué hay de los obreros rusos? La posición de la BT les dice que deben apoyar el esfuerzo bélico del gobierno ruso. Esto significa que la BT denuncia a los obreros con más conciencia de clase de Rusia, los que quieren oponerse a la guerra y a los fines depredadores de los oligarcas rusos. Y, en efecto, cuando algunos obreros bielorrusos se negaron a trasportar material bélico, la BT los denunció.

Además, de acuerdo a la línea de la BT, los comunistas deberíamos atacar a Putin por no haber destinado suficientes recursos a la invasión de Ucrania. Esto alinea totalmente a la BT con los nacionalistas rusos que creen que Ucrania es Rusia, o que Ucrania no existe siquiera. La posición de la BT hace eco de esto. Uno de sus argumentos clave, que tú citaste, es que los “revolucionarios” reconocen que: “el derecho a la autodeterminación de Rusia incluye su derecho a cortar los lazos de Ucrania con la OTAN”. Así que, para la BT, ¡Rusia no sólo tiene el “derecho” de invadir a su vecino, sino que la conquista de Ucrania es una causa progresista! Esto no es más que chovinismo granruso. Significa educar a los obreros rusos en ese espíritu.

Es cuando uno deja la esfera de las abstracciones y la geopolítica y genuinamente trata de aplicar el pensamiento simplista de la BT a la realidad viva, que uno se da cuenta de que sus implicaciones son totalmente reaccionarias. Lo que los obreros rusos deben entender es precisamente que cualquier golpe que la victoria rusa inflija a corto plazo a la política estadounidense ¡no vale el precio de hacer de Rusia la opresora de Ucrania!

La subyugación de Ucrania no ayudará en modo alguno a liberar a Rusia del cerco imperialista. Sólo ayudará a apuntalar la autoridad de Zelensky y sus amos imperialistas, que de manera fraudulenta pueden presentarse como defensores de las naciones pequeñas. Más ampliamente, difunde el veneno nacionalista por toda la región, reforzando las ataduras que unen a los obreros con sus explotadores, ya sean rusos, ucranianos, polacos, lituanos, etc., creando así nuevos obstáculos para la unidad de la clase obrera y para la revolución proletaria. A fin de cuentas, la única fuerza que puede beneficiarse de eso son las propias potencias imperialistas, que podrán usar este carnaval de reacción para fortalecer su posición en la región.

La manera de infligirle un golpe al imperialismo en Europa Oriental es construyendo un frente revolucionario común de los obreros ucranianos y rusos contra su enemigo común, los imperialistas, y contra sus respectivas clases capitalistas. Si los obreros ucranianos defienden a las minorías rusas, fraternizan con los conscriptos rusos y se oponen a la OTAN y Estados Unidos, eso daría un golpe mucho mayor a los capitalistas rusos que cualquier contraofensiva de Zelensky. Si los obreros rusos se posicionan contra la guerra de los oligarcas y contra el chovinismo ruso y buscan la unidad revolucionaria con los obreros ucranianos, esto daría a la OTAN y los imperialistas un golpe mucho mayor que cualquier contraofensiva rusa.

Ésa es la estrategia comunista para derrotar al imperialismo. Ésa es la orientación que seguimos. Para quien piense en esos términos, resulta obvio que la posición de la BT es un total obstáculo para la unidad de la clase obrera, ¡y para toda perspectiva revolucionaria!

¿Quién defenderá a China, el Kremlin o la clase obrera?

Hay otro argumento al que recurre la BT, y es que la victoria rusa ayudaría a defender a China, los demás estados obreros deformados y las neocolonias contra el imperialismo. Creo que lo llamaste un entendimiento básico. Yo lo llamaría una revisión total del trotskismo básico.

Trotsky nos enseñó que la única forma de defender a los estados obreros como China es luchar por la revolución obrera para derrocar al imperialismo y por una revolución política que derroque a la burocracia estalinista. Éste es el único modo de debilitar al imperialismo y fortalecer la posición del proletariado internacionalmente. Cuanto más progrese la revolución socialista, mejor protegida estará China. Cuanto más débil esté el proletariado, cuanto más subordinado esté a sus explotadores, más vulnerable estará China. Ésta es la simple verdad repudiada por el estalinismo y la doctrina del “socialismo en un solo país”. La posición de la BT está cortada con la misma tijera.

Como hemos visto, el apoyo a Rusia divide y debilita al proletariado en Europa Oriental y más allá, creando nuevos obstáculos a la revolución. Y la estrategia de la BT para defender a China no se basa en la movilización independiente de los obreros chinos contra el estalinismo y el imperialismo, ni en la lucha internacional del movimiento obrero por el socialismo, sino en el éxito militar de la burguesía rusa en Ucrania. Éste es el mismo método que llevó a Stalin a poner el destino de la defensa de la URSS en manos de los líderes sindicales británicos, el Guomindang, y luego las propias potencias imperialistas, con resultados desastrosos.

En última instancia, el método de la BT es mucho más cercano al de quienes abogan por un “mundo multipolar” y que impulsan al BRICS, a Xi Jinping y Putin como fuerzas antiimperialistas. La BT puede decir que se opone a Putin o a Xi, pero, tal como los defensores del BRICS, no ven la lucha contra al imperialismo desde el punto de vista de un camino de lucha proletaria independiente. Y, sin ese elemento crucial, por más que se critique a Putin, uno termina siendo su crítico de izquierda, de una manera típicamente pablista.

Obreros de Occidente: la BT no tiene nada que ofrecer

Ahora quisiera traer el debate aquí, a Gran Bretaña. Desde el principio de la guerra de Ucrania, la dirección de la clase obrera, desde el Partido Laborista hasta los sindicatos, ha tenido un papel clave en alinear al movimiento obrero detrás de los intereses del imperialismo británico. Lo mismo ha estado ocurriendo en Alemania, Francia y Estados Unidos. No puede hablarse de ningún tipo de estrategia marxista para la guerra de Ucrania, como tampoco para Palestina hoy, sin una lucha implacable contra los dirigentes pro imperialistas del movimiento obrero —a los que Lenin llamó socialchovinistas—, así como contra los embusteros pacifistas y aquellos “izquierdistas” que se mantienen unidos a los socialchovinistas —a los que Lenin llamó oportunistas y centristas—.

Y es en este terreno, aun más que en Ucrania, donde la bancarrota política de la BT se hace más evidente. Desde el estallido de la guerra, ¡la BT no ha publicado ni un solo artículo atacando a los líderes de la clase obrera en Gran Bretaña por su apoyo al imperialismo británico! Una ola huelguística sacudió a Gran Bretaña el año pasado, y la BT no escribió ni un solo artículo sobre esto. Cuando la tarea urgente para los comunistas era meter una cuña que separara a la clase obrera del programa pro imperialista de sus líderes, que fue lo que llevó a la ola de huelgas a la derrota, ¡la BT se quedó ahí sin hacer nada!

Contrasten esto con lo que hicimos nosotros. La primera declaración de la LCI sobre la guerra de Ucrania atacaba frontalmente a todos los líderes socialchovinistas y los pacifistas. Nuestros camaradas en Alemania han estado al frente de una lucha contra los partidarios de la OTAN y la UE en la izquierda alemana.

Y aquí, pese a nuestro modesto tamaño, la SL/B puso toda su energía en declararle la guerra a los líderes socialchovinistas del movimiento obrero. Organizamos una protesta contra la monarquía y contra la decisión de los dirigentes sindicales de cancelar la huelga cuando la reina estiró la pata. Lanzamos una campaña para fortalecer las líneas de piquete cuando los dirigentes sindicales las saboteaban. Intervinimos en el último congreso del TUC [Trades Union Congress] contra los burócratas sindicales que votaron por mandar más armas a Ucrania y denunciamos a los socialchovinistas y también a la impotente oposición pacifista Stop the War Coalition.

Casi toda la izquierda en este país apoya a la dirigente de Unite Sharon Graham, hace campaña por ella y la elogia como “combativa”, aun cuando es una firme partidaria del imperialismo británico y de enviar armas a Ucrania. Hemos intervenido en casi todos los grupos trotskistas, denunciando su apoyo a esta socialchovinista como una traición que obstruye la acción obrera contra el imperialismo británico.

Durante el último año y medio, hemos escrito una docena de artículos exponiendo cómo el apoyo de los líderes sindicales y los laboristas al imperialismo británico, y en particular a Ucrania y ahora a Israel, es precisamente lo que obstruye la acción obrera no sólo contra la guerra, sino también las más mínimas luchas económicas. Hemos movilizado incansablemente nuestras pequeñas fuerzas en los sindicatos para luchar por una nueva dirección de la clase obrera: una que se oponga al imperialismo y organice la lucha cotidiana de nuestra clase como parte de una estrategia más amplia por el poder obrero.

Pues bien, camaradas de la Bolshevik Tendency, ¿qué han estado haciendo ustedes en los últimos dos años para avanzar la lucha de clases y la lucha antiimperialista en Gran Bretaña? ¿Qué han estado haciendo para avanzar la más crucial tarea de los revolucionarios, es decir, escindir a la clase obrera de sus líderes socialchovinistas y pacifistas y exponer a sus conciliadores centristas? Porque, incluso con una posición a favor de Rusia, podrían hacer algo de eso. Si la BT, a pesar de su apoyo a Rusia, estuviera luchando con todas sus fuerzas contra las Sharon Graham, los Dave Ward y los Mick Lynch y por un polo antiimperialista en el movimiento obrero, ya habríamos tenido un par de acciones de frente unido y estaríamos teniendo una conversación muy diferente.

Pero la realidad es que no han hecho nada de esto. A este respecto, ustedes no son distintos de todos los demás grupos del país que dicen estar por el comunismo, contra la OTAN, contra el imperialismo —a favor o en contra de Ucrania— pero que coinciden en una cosa: ¡unidad con los líderes socialchovinistas y pro imperialistas de la clase obrera! Librar una guerra contra esa unidad es el principal deber de los revolucionarios. Eso es en lo que Lenin tanto insistió durante la Primera Guerra Mundial. ¿Dices que Ucrania fue la prueba de fuego para los trotskistas? ¡Es ésta la prueba de fuego! Eso es lo que la Spartacist League está haciendo y lo que la BT se niega a hacer.

La otra realidad, para cerrar el círculo, es que su posición por una victoria rusa mina completamente esa lucha, incluso si ustedes la estuvieran librando. Por la simple razón de que su posición implica apoyar la subyugación de Ucrania por parte de la clase dominante rusa. Y todo obrero con conciencia de clase que quiera combatir al imperialismo británico también entiende que la guerra de Rusia no es progresista y no quiere tener nada que ver con ella, y con razón. Ésa es la otra forma en que su posición divide a la clase obrera internacional.

El marxismo: una guía para la acción

Finalmente, quiero concluir con esto. Si bien la BT capitula al nacionalismo ruso, no creo que esto sea la motivación de su apoyo a Rusia. Creo que ustedes han llegado a esa posición equivocada debido a su método equivocado, porque ustedes no ven al marxismo como una guía para la lucha revolucionaria del proletariado, sino como una doctrina abstracta y estéril, fórmulas y geopolítica.

Ahora bien, mi intención no es ser demagogo. Esto es verdad. Su organización se separó de la International Bolshevik Tendency (IBT) previo a la actual guerra sobre la cuestión meramente analítica de si Rusia es o no imperialista, con la IBT afirmando que sí y la BT afirmando que no. Con esto han revelado ante todo el mundo que para ustedes la condición para la unidad o la escisión en el movimiento comunista es el acuerdo sobre una descripción analítica, y no sobre por qué luchar o qué hacer.

Sus artículos sobre la guerra de Ucrania siguen este método. Están fabricados como una sucesión de citas de múltiples fuentes geopolíticas y grupos socialistas, sobre cuyos análisis ustedes comentan y notan su rechazo a tomar lado con Rusia. Para ustedes, el análisis es decisivo y genera el programa. Pero para los marxistas, es el programa, es decir, aquello por lo que uno lucha y cómo lo hace, lo que impulsa el análisis. En efecto, en todos sus artículos, ustedes nunca argumentan por qué y cómo sus posiciones hacen avanzar la lucha de la clase obrera por su emancipación. Pero, miren camaradas, ése es todo el propósito del marxismo: ofrecer una vía independiente de lucha al proletariado.

Hoy, hay una nueva guerra devastando Palestina. Y podemos hablar de 1948, pero la cosa es ésta: ¡ustedes no han escrito nada sobre la guerra que está teniendo lugar ahora! Por el contrario, han publicado fotos de ustedes en manifestaciones, llevando consignas que son correctas en sí mismas, pero también son totalmente aceptables para muchos liberales de izquierda, nacionalistas palestinos y socialdemócratas que dirigen esas manifestaciones o participan en ellas. Esto no es serio. Lo que hay que hacer es dirigir la lucha contra las ilusiones actuales. “Abajo el terror sionista” no combate nada en esas marchas.

El marxismo es una guía para la lucha, no para un círculo de lectura que hace comparación de análisis. Como ustedes notarán en toda mi presentación, fue sobre esa base que expuse su posición en la guerra. Es decir, que ésta es una capitulación a los diversos falsos líderes de la clase obrera, ya sean nacionalistas ucranianos o rusos, socialchovinistas, pacifistas laboristas, etc., y por lo tanto es un obstáculo a hacer avanzar las luchas de la clase obrera contra el imperialismo mundial.