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La gente trabajadora en el negro y latino Sur de Los Ángeles (el distrito congresal 37) debe ayudar a construir la campaña de Juan Rey para el Congreso y votar por él en noviembre 5. En una ciudad que acumula tensiones raciales y étnicas y está desgarrada por extremos de riqueza obscena y pobreza extrema, Rey—un mecánico de trenes en L.A. Metro—está llamando a unir a la clase obrera y construir un partido obrero. Él no sólo está contendiendo contra la demócrata en funciones Sydney Kamlager-Dove, sino que crucialmente afirma oponerse a todo el Partido Demócrata, que ha dominado L.A. por décadas, haciéndolo invivible para la mayoría de su población obrera negra y latina. La campaña de Rey es una oportunidad para reunir las fuerzas para un contraataque de la clase obrera contra los demócratas.
Los Ángeles es el vivo ejemplo de la decadencia e inequidad capitalista—precios desorbitados para las necesidades básicas, vivienda decrépita e inaccesible, servicios sociales defectuosos, segregación racial y la infame máquina asesina LAPD. Muchos trabajadores están a uno o dos cheques de unirse a las legiones de vagabundos viviendo en las calles o en sus coches, o de tener que mudarse lejos fuera de la vasta área metropolitana. Al ganar 9,000 votos (10.3 por ciento del total) en las primarias, la campaña de Rey ha tocado una fibra sensible entre la clase obrera harta del intolerable estatus quo.
Los demócratas no sólo arruinan la ciudad; alardearon de que estaban creando una meca multicultural mientras lo hacían. Este barniz de solidaridad multirracial impulsado por demócratas liberales anti-racistas cubre el hecho de que enfrentan a un grupo en contra del otro en competencia por las sobras de la mesa de los patrones y sus políticos. Aquellos quienes protestan por salir perdiendo en la carrera hacia el fondo son denunciados como atrasados—alimentando las divisiones y dificultando la unidad de los oprimidos en su lucha por sus intereses en contra de los amos de la ciudad.
En la secuela del alzamiento de 1992, la “progresista” Karen Bass continuó construyendo una coalición “negra-latina” que arrancó su carrera política y la llevó a la oficina como alcalde. Pero esta coalición falló miserablemente cuando trató de iniciar mejoras reales para las comunidades negra y latina porque estaba basada en el mismo establishment demócrata responsable de las condiciones miserables que provocaron el alzamiento en primer lugar. Para llevar hacia adelante la justicia social y económica, se debe librar una lucha fuera y en contra de la estructura del poder capitalista, la cual se desarrolla gracias a la represión de los trabajadores, los negros y los latinos.
¿Cuál ha sido el resultado de décadas de la construcción de la coalición multirracial? ¡Ninguna unidad, sino mucha devastación! Los trabajos con paga decente se han esfumado, los costos de la vivienda se han disparado, la gente negra ha sido expulsada de la ciudad en multitud y el terror policial continúa sin cesar. Como alcaldesa, Bass impone estas miserables condiciones en nombre de los magnates inmobiliarios y financieros, quienes tienen un interés material en mantener la segregación y la división de negros, latinos y la clase obrera.
La gente trabajadora y las masas negras y latinas pueden unirse realmente alrededor de un programa para luchar por lo que necesitan, en oposición al enemigo capitalista en común, al exponer y combatir la falsa unidad ofrecida por los liberales. Somos críticos de Juan Rey por fallar al hacer justo eso; esta falla mina su campaña y la lucha por un partido obrero multirracial. No es suficiente con simplemente condenar la brutalidad policiaca y la intolerancia racista y llamar por la unidad. Kamlager-Dove misma dice que está contendiendo por “justicia” en contra del “racismo sistémico” y para “ayudar a hermanarnos”. Lo que se necesita es efectuar un rompimiento con la política liberal que cultiva la animosidad racial, y las coaliciones multiculturales demócratas, que enmascaran el empeoramiento de la situación de los angelinos de clase obrera.
A pesar de nuestras diferencias, apoyamos la campaña de Juan Rey como un paso adelante en el forjamiento del polo obrero independiente necesario en contra de los demócratas. Negros, latinos y toda la gente trabajadora del distrito 37: ¡Voten por Juan Rey!